Una reciente decisión del Tribunal Supremo ha impactado la forma en que se consideran las transferencias de dinero entre familiares en España. Este fallo se origina de un caso donde una mujer recibió un total de 189.900 euros de sus familiares, lo que provocó una investigación por parte de Hacienda debido a discrepancias con su declaración del IRPF.
En 2012 y 2013, la mujer recibió 50.000 euros de cada uno de sus dos nietos y 89.900 euros de su hijo, destinado a la compra de una vivienda. Hacienda consideró estas cantidades como ganancias patrimoniales no declaradas, imponiendo sanciones tributarias por no poder justificar el origen de los fondos. El conflicto se extendió a instancias judiciales, llegando al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que anuló las sanciones, aunque mantuvo las liquidaciones del IRPF.
Finalmente, el Tribunal Supremo falló a favor de la familia, anulando las sanciones impuestas por Hacienda. Este caso resalta la necesidad de claridad en las transferencias financieras entre familiares y su posible consideración como donaciones, un área que carece de límites legales claros en España.