La Hacienda mexicana reclama a Telefónica una deuda que asciende a 210 millones de euros debido a un conflicto fiscal que involucra a su subsidiaria, Telefónica México. Esta situación está afectando la venta de la filial en el país, una de las cuatro que la operadora aún posee en Latinoamérica. La disputa se centra en la negativa del Servicio de Administración Tributaria (SAT) a aceptar deducciones por gastos de una fusión realizada en 2014, lo que ha llevado a un contencioso que se encuentra atascado en la Suprema Corte de Justicia.
Desde la llegada de Marc Murtra a la presidencia de Telefónica en enero, la empresa ha acelerado su proceso de desinversión en América Latina, vendiendo sus filiales en varios países. Actualmente, mantiene operaciones en Brasil, Chile, México y Venezuela, siendo Brasil uno de sus mercados estratégicos del que no planea desprenderse.
El contencioso fiscal ha aumentado con el tiempo, y Telefónica ha estimado el impacto total de esta contingencia en aproximadamente 150 millones de euros en un informe presentado a la SEC. Sin embargo, la deuda ha crecido en unos 60 millones de euros desde entonces, complicando aún más la situación en torno a la venta de su filial mexicana.