El año 2025 concluye con una inflación media del 2,7%, un aumento de solo una décima respecto al año anterior. Este dato, aunque es el más bajo desde 2020, refleja la resistencia de los precios a moderarse, particularmente en el sector alimentario. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación en diciembre se sitúa en el 2,9%, igual que en enero de este año.
Los precios de los carburantes han descendido en diciembre, influenciando positivamente la inflación. Sin embargo, los alimentos continúan aumentando, así como los servicios, impulsados por una demanda creciente. Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, ha señalado que la inflación ha cerrado el año por encima de lo anticipado, similar a los niveles del año pasado.
A lo largo de 2025, los precios mostraron una caída notable entre marzo y junio, pero posteriormente volvieron a aumentar. En comparación con la eurozona, que reportó un 2,1% en noviembre, España aún se encuentra alejada de la meta del BCE de un 2%. Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, se mantiene en 2,6% en diciembre, lo que representa una moderación a lo largo del año.