A partir del 1 de enero de 2026, entrará en vigor una nueva reforma fiscal en el País Vasco, tras la reciente aprobación de los presupuestos autonómicos que registran un crecimiento del 4,1% respecto al ejercicio actual. Noël D'Anjou, consejero de Hacienda y Finanzas del Gobierno vasco, ha destacado que la economía de la región crecerá un 1,9% el próximo año, aunque esta cifra se sitúa por debajo de la media nacional.
El crecimiento previsto para 2025 es de un 2,2%, lo que indica una ligera desaceleración. D'Anjou ha subrayado que la economía vasca, aunque menos cíclica que la del conjunto del Estado, presenta un avance más sólido y estable, sustentado en la demanda interna y la inversión. La mejora de la recaudación fiscal es uno de los objetivos de la reforma, aunque el consejero ha señalado que el País Vasco no busca competir en la reducción de impuestos.
A pesar de que el turismo tiene menos peso en la economía vasca, el consejero asegura que el sector industrial está impulsando el crecimiento a largo plazo, a pesar de que ha perdido protagonismo en el PIB regional. La transición hacia servicios avanzados ha proporcionado una base más estable para la creación de empleo de calidad.