La demanda de profesionales autónomos con experiencia ha aumentado un 16% en el último año, impulsada por la creciente presión normativa que enfrentan las pymes en España. Este fenómeno ha llevado a las pequeñas y medianas empresas a recurrir a expertos para cumplir con nuevas obligaciones legales y técnicas, sin necesidad de ampliar sus plantillas fijas.
La directiva europea NIS2 y el fortalecimiento del cumplimiento legal en Europa están entre las normativas que han obligado a las empresas a adaptar sus procesos. Los autónomos, a menudo con experiencia directiva, ofrecen su conocimiento especializado para gestionar situaciones críticas y cumplir con requisitos técnicos específicos. Este cambio se observa no solo en medianas empresas, sino también en micropymes, especialmente en sectores regulados.
Las áreas más solicitadas incluyen tecnología, operaciones y sostenibilidad, donde las pymes buscan asesoramiento para implementar sistemas obligatorios. La falta de recursos internos adecuados para enfrentar estos desafíos normativos ha convertido a estos profesionales en una solución cada vez más común en el mercado laboral.