La llegada de la inteligencia artificial está transformando la gestión del talento en las empresas, dando lugar a la figura del director de productividad, que reemplaza la tradicional de recursos humanos. Este nuevo rol se centra en la integración de personas, tecnología y procesos para mejorar la eficiencia laboral y la experiencia del empleado.
El cambio en la estructura de los departamentos de recursos humanos responde al auge de la automatización y la necesidad de las organizaciones de medir el rendimiento en términos de productividad y impacto. Según expertos, como Cliff Jurkiewicz, se prevé que los equipos de recursos humanos se fusionen con áreas como la analítica y el diseño organizacional, adaptándose a esta nueva realidad laboral.
Con la pandemia como catalizador, las empresas han comenzado a experimentar con nuevos perfiles profesionales, lo que ha llevado a una redefinición de funciones y competencias en la gestión de talento. La clave ahora es cómo se produce valor mediante el uso del talento disponible, en un entorno donde lo humano y lo digital deben coexistir de manera armónica.