La reciente intensificación de las inspecciones policiales en Navarra ha llevado a la inmovilización de siete vehículos de la plataforma Bolt en Pamplona, debido a la prestación de servicios urbanos no autorizados. Las sanciones impuestas por estas infracciones alcanzan los 1.001 euros por cada caso. Este refuerzo en el control responde a las demandas del sector de los taxis autónomos, que busca asegurar una competencia justa y proteger el empleo de sus trabajadores.
La directora general de Transporte y Movilidad Sostenible de Navarra, Berta Miranda, ha coordinado un plan que involucra a la Policía Municipal y la Policía Foral. Este plan tiene como objetivo evitar que los vehículos de VTC realicen servicios dentro de las ciudades, una práctica prohibida por la normativa actual que reserva este tipo de trayectos para taxis con licencia urbana.
Las autoridades han subrayado que la legislación de Navarra permite a las VTC operar solo en trayectos interurbanos, conectando diferentes localidades. Además, estos vehículos deben cumplir con regulaciones específicas, como no estacionarse en paradas de taxis y llevar un registro de sus trayectos para garantizar su conformidad con la ley.