La creación de un equipo fundador sólido es crucial para el éxito de una start up. Contar con habilidades complementarias y un compromiso compartido con la misión de la empresa son factores determinantes desde el inicio. Según Marcos Alves, socio de Luda Partners, es esencial que los fundadores compartan una mentalidad emprendedora común y que cada uno aporte perfiles distintos.
En este sentido, Enrique Penichet, inversor y fundador de Draper B1, resalta tres aspectos clave: confianza, alineación y complementariedad. La relación entre fundadores debe ser similar a un matrimonio, donde se puedan discutir diferencias sin fracturas. La alineación en visión y valores debe ser clara desde el primer día, mientras que la complementariedad implica que cada miembro del equipo aporte algo único.
Además, Nacho Traves, cofundador de Orbio, subraya la importancia de compartir valores y tener una visión a largo plazo común. La capacidad para dar y recibir retroalimentación constructiva entre los fundadores es fundamental para mantener una buena comunicación. Penichet también menciona que un pacto de socios es necesario para definir qué sucederá si alguien deja la empresa, incluyendo cláusulas sobre la distribución del capital y las condiciones de salida.