El sector tecnológico se enfrenta a una creciente demanda de energía para alimentar la inteligencia artificial, lo que ha llevado a las grandes empresas a buscar soluciones innovadoras. Los expertos advierten que, para asegurar un suministro continuo, se ha vuelto esencial contar con almacenamiento eficiente de gas natural.
Según Fortune, la construcción de cavernas de sal para almacenar gas se está convirtiendo en una alternativa clave, ya que ofrecen una mayor flexibilidad en comparación con los yacimientos de petróleo, que presentan un ciclo de inyección y extracción más lento. Este cambio se debe a que la inteligencia artificial requiere un suministro energético constante, sin interrupciones.
Las proyecciones indican que solo se ha planificado la mitad del almacenamiento necesario para satisfacer la creciente demanda de energía. Sin estas instalaciones, los hiperescaladores como Google, Amazon y Meta podrían enfrentar serias dificultades, ya que dependen de gasoductos vulnerables a diversos riesgos.
Satya Nadella, CEO de Microsoft, ha destacado la gravedad de la situación, afirmando que el problema no radica solo en la falta de chips, sino en la insuficiencia de infraestructura eléctrica para soportar la revolución de la inteligencia artificial.