El Departamento del Interior de Estados Unidos ha decidido suspender, de forma inmediata, todos los contratos de arrendamiento para proyectos eólicos marinos en construcción, citando preocupaciones de seguridad nacional. Esta medida afecta directamente al parque eólico Vineyard Wind 1, desarrollado por Iberdrola en aguas de Massachusetts, que ya contaba con una inversión inicial de más de 2.700 millones de euros y una capacidad de 806 megavatios.
La suspensión permitirá a las autoridades estadounidenses trabajar en la evaluación de riesgos junto a arrendatarios y socios estatales. Hasta ahora, las acciones de la Administración Trump habían impactado a Iberdrola principalmente en proyectos que aún no habían comenzado. Sin embargo, la situación actual es distinta debido a la inversión ya comprometida en Vineyard Wind 1.
Este proyecto es una colaboración entre Iberdrola, a través de su filial Avangrid Power, y el grupo danés Copenhagen Infrastructure Partners, que posee el 50% de la empresa. Iberdrola había previsto asumir el control operativo una vez que el parque comenzara su funcionamiento comercial.