La expulsión de Evergrande de la bolsa de Hong Kong ha provocado un notable desplome en los mercados financieros. Este evento se asemeja a la caída de Lehman Brothers, lo que genera preocupaciones sobre la estabilidad del sector inmobiliario en China.
El colapso de la empresa, que acumuló deudas por más de 300.000 millones de euros, ha llevado a un aumento de la incertidumbre entre los inversores. La decisión de expulsar a la constructora de la bolsa se debe a su incapacidad para cumplir con las normativas de cotización.
Las consecuencias de esta medida se sienten no solo en Hong Kong, sino también en otras bolsas internacionales, donde los índices de valores han registrado caídas significativas. Los analistas advierten que la situación de Evergrande podría tener repercusiones más amplias en la economía global si no se gestiona adecuadamente.