La tasa de ahorro de los hogares en España ha alcanzado su mínimo histórico desde 2023, situándose en un 12% de la renta disponible bruta en el tercer trimestre de 2025. Este descenso se debe al aumento constante del consumo y una inflación que se mantiene por encima del 3%, especialmente impulsada por el encarecimiento de productos básicos como alimentos y energía.
A pesar del crecimiento del PIB, los salarios no han aumentado al mismo ritmo que los precios, lo que ha llevado a muchas familias a gastar más de lo que logran ahorrar. La situación es particularmente crítica para los hogares de menor renta, quienes están sintiendo con mayor intensidad el impacto de la inflación.
Según informes del Instituto Nacional de Estadística (INE), el ahorro ajustado por estacionalidad ha caído al 4,6%, lo que representa una disminución notable respecto al 6% del año anterior. Sin embargo, algunos economistas, como Gregorio Izquierdo del Instituto de Estudios Económicos (IEE), indican que la tasa de ahorro aún se encuentra en niveles relativamente aceptables.