Guardar el dinero en una cuenta corriente puede considerarse un error significativo, según la experta en finanzas Elizabeth Wakefield. Esta práctica puede limitar el crecimiento del capital debido a la falta de rentabilidad que ofrecen estas cuentas en comparación con otras opciones de inversión.
Wakefield advierte que, en lugar de optar por cuentas corrientes, es más beneficioso explorar alternativas que generen rendimientos, como fondos de inversión o depósitos a plazo. La falta de interés acumulado en las cuentas corrientes pone en riesgo el poder adquisitivo de los ahorradores ante la inflación.
La experta también señala que la educación financiera es clave para tomar decisiones más informadas sobre el ahorro y la inversión, lo que podría ayudar a optimizar el uso del dinero en el futuro.