El Reino Unido se prepara para implementar un régimen regulador para los criptoactivos, estableciendo como fecha objetivo su plena aplicación en octubre de 2027. Este cambio marca un giro significativo hacia una regulación más formal, similar a la de las instituciones bancarias tradicionales, integrando los activos digitales en el ámbito de los servicios financieros del país.
Hasta finales de 2025, la mayor parte de la actividad relacionada con criptomonedas en Gran Bretaña estaba sujeta a normativas contra el lavado de dinero y directrices establecidas por la Financial Conduct Authority (FCA). Este marco limitado no abordaba aspectos cruciales como la protección del consumidor o la supervisión de mercado, lo que generaba incertidumbre en áreas como el staking y las finanzas descentralizadas.
El nuevo enfoque busca eliminar la fragmentación anterior, alineando las operaciones de criptoactivos con los estándares legales de los productos financieros convencionales. A finales de 2025, aproximadamente 50 empresas de criptoactivos estaban registradas en la FCA, aunque muchas no cumplían con los requisitos de gobernanza establecidos por el regulador.