Se anticipa un cambio significativo en el IBEX 35 y los mercados europeos para el año 2026, pasando de un enfoque en la valoración a uno centrado en los beneficios. Este giro sugiere que las empresas deben demostrar resultados sólidos para mantener la confianza de los inversores.
Los analistas consideran que este cambio en la percepción del mercado podría influir en la forma en que se valoran las acciones en el futuro. En este contexto, los beneficios empresariales se convertirán en el principal motor del crecimiento en lugar de las expectativas de valoración.
Este nuevo enfoque podría impactar en la forma en que los inversores abordan sus decisiones, priorizando la solidez financiera y el rendimiento real de las compañías. Con este horizonte, se espera que la dinámica de inversión en Europa experimente una transformación notable.