Las acciones de Oracle han sufrido una caída superior al 40% desde su máximo en septiembre, a pesar de haber aumentado un 16% en lo que va del año. Este descenso refleja la creciente preocupación de los inversores sobre el uso de deuda para financiar el crecimiento en el sector de la inteligencia artificial (IA), lo que ha llevado a un aumento en la demanda de swaps de incumplimiento crediticio (CDS).
En enero, Oracle anunció una colaboración con OpenAI y SoftBank llamada Stargate, que incluye una inversión de 500.000 millones de dólares en infraestructura de IA en EE. UU. Esta noticia, presentada por el presidente Trump en el Despacho Oval, impulsó inicialmente las acciones de la compañía. El optimismo por la IA continuó creciendo tras los informes trimestrales de junio y septiembre, con expectativas de ingresos de 166.000 millones de dólares en el segmento de la nube para 2030.
Sin embargo, la euforia se desvaneció rápidamente debido a la incertidumbre sobre la rentabilidad del gasto en IA, lo que ha aumentado el riesgo asociado a las empresas del sector. Gavan Nolan, analista de S&P Global Market Intelligence, indicó que el incremento en la emisión de deuda ha vuelto a las compañías más apalancadas, generando mayores preocupaciones crediticias.