El año 2025 ha mostrado un comportamiento notablemente positivo en los mercados, con una tendencia al alza que se extiende por tercer año consecutivo. Las principales clases de activos, salvo excepciones como el petróleo y el bund alemán, se espera que terminen el ejercicio en cifras positivas, siempre que las últimas sesiones del año brinden un entorno favorable.
Desde el comienzo del año, los mercados enfrentaron una notable volatilidad, especialmente en el primer trimestre, cuando surgieron temores sobre las valoraciones de empresas vinculadas a la inteligencia artificial. Sin embargo, a partir de abril, la situación comenzó a estabilizarse, gracias a una mejora en la visibilidad comercial y un entorno más calmado entre EE.UU. y China.
La evolución de la política monetaria también contribuyó al optimismo, con la Fed adoptando un enfoque más relajado y el BCE manteniendo su postura cómoda. Estas condiciones, combinadas con un crecimiento más estable y un entorno financiero más laxo, han permitido que los activos de riesgo mantengan su liderazgo en el mercado. A pesar de ello, el petróleo se ha consolidado como el activo rezagado del ciclo, cayendo por tercer año consecutivo.