La Comisión Europea ha revisado sus metas de descarbonización para la industria del automóvil, postergando la eliminación de vehículos de combustión prevista para 2035. Este cambio ha sido bien recibido por autónomos y pymes del sector, que enfrentaban desafíos para cumplir con los plazos iniciales. En lugar de eliminar completamente las emisiones en los vehículos nuevos, la CE ha establecido un objetivo del 90%, permitiendo que el 10% restante se compense mediante créditos relacionados con acero bajo en carbono o biocombustibles.
Según la Dirección General de Tráfico, actualmente hay unos 300.000 vehículos eléctricos registrados en España, y se estima que en 2026 solo el 9% de los nuevos automóviles serán eléctricos. Esta realidad complica la transición a la movilidad eléctrica en menos de una década. Víctor García Nebreda, de Aevecar y AEESCAM, ha manifestado que la rectificación de la CE es positiva, señalando que la transición se ha impulsado sin considerar adecuadamente las alternativas que también pueden colaborar en la descarbonización.