El crecimiento de concursos online ha generado un aumento en los intentos de fraude, incluyendo la creación de perfiles falsos y participaciones automatizadas. Estas prácticas amenazan la integridad de las campañas y la fiabilidad de las bases de datos utilizadas por las marcas y medios de comunicación. Para combatir estas amenazas, es esencial que los equipos de marketing y tecnología colaboren en la implementación de medidas efectivas.
Una estrategia clave es definir reglas claras desde el diseño del concurso, lo que incluye establecer criterios de elegibilidad y límites de participación. Estas normas ayudan a filtrar comportamientos anómalos y simplifican los controles automatizados. Además, se sugiere limitar el número de participaciones por usuario y restringir la entrada según ubicación geográfica o edad para prevenir abusos.
La verificación de la identidad de los participantes es fundamental para garantizar la calidad de los datos recolectados. Medidas como la validación de correos electrónicos y números de teléfono, junto con sistemas de autenticación como el single sign-on (SSO), son efectivas para reducir el riesgo de registros falsos. La ciberseguridad se refuerza mediante el uso de sistemas CAPTCHA y el bloqueo de direcciones IP sospechosas, lo que ayuda a identificar y detener ataques automatizados.