Los aranceles impuestos por China a las importaciones de productos lácteos de la UE alcanzan cifras de hasta el 42,7%, lo que intensifica las tensiones comerciales entre Bruselas y Pekín. Esta decisión, anunciada por el Ministerio de Comercio chino, se basa en una investigación de 16 meses que concluyó que los productos lácteos europeos estaban subvencionados, perjudicando a la industria local.
Los nuevos aranceles, que se implementarán el 23 de diciembre, oscilarán entre el 21,9% y el 42,7%, afectando principalmente a las empresas que verán un incremento de cerca del 30%. Esta medida se suma a una serie de investigaciones por parte de Pekín sobre otros productos, incluyendo la carne de cerdo y el brandy, en un contexto de creciente tensión comercial.
Las negociaciones entre Bruselas y Pekín para abordar los aranceles de los vehículos eléctricos han complicado aún más la situación. Mientras tanto, la Comisión Europea evalúa un posible compromiso que beneficiaría a Volkswagen, aunque las autoridades europeas se muestran cautelosas ante las condiciones propuestas por China. El sector agrícola de la UE se encuentra bajo presión ante posibles recortes en subsidios y nuevas regulaciones.