En 2026, el oro y las materias primas están posicionados como los activos más destacados para la inversión. Se espera que la demanda de estas materias primas aumente debido a la incertidumbre económica y la inflación persistente en muchos países.
Con un entorno financiero volátil, los analistas sugieren que diversificar en estos activos puede ser una estrategia clave para los inversores. El oro, tradicionalmente considerado un refugio seguro, podría ofrecer estabilidad frente a las fluctuaciones del mercado.
La atención se centra en cómo las políticas del BCE y otros bancos centrales afectarán el rendimiento de estos activos. A medida que se acerca el año nuevo, los expertos aconsejan a los inversores evaluar sus carteras y considerar la inclusión de inversiones en materias primas.